Poco después del fin de la Tercera Guerra, el mago humano Rhonin fue llamado, una vez más, por su amigo y mentor, el dragón-mago Krasus del Kirin Tor. Nozdormu, atrapado en diversos momentos del tiempo, había conseguido ponerse en contacto brevemente con Krasus, poniéndole al corriente de una extraña anomalía en las montañas de Kalimdor que había llamado su atención. Krasus convenció a Rhonin de viajar con él a Kalimdor a investigar. Mientras tanto, los orcos Broxigar y Gaskal fueron enviados por su Jefe de Guerra Thrall en una misión similar y sintieron la brisa de un extraño suceso natural que estaba tomando forma en las cercanías. Una vez ahí, Krasus, Rhonin y Brox descubieron una "grieta" en el tiempo por la que fueron absorvidos y empujados 10.000 años hacia el pasado, justo antes de la primera invasión de la Legión Ardiente.
Durante el conflicto, Nozdormu fue reemplazado en la corte de los dragones por su consorte principal, Soridormi. Al final de la guerra, Nozdormu escapó después de que la línea de tiempo se arreglara y ayudó a los demás Dragones Aspectos con la creación del Árbol del Mundo, Nordrassil. Nozdormu realizó un encantamiento sobre él que aseguraba que mientras el árbol siguiera existiendo, los elfos de la noche serían inmortales. Tras esto, tuvo una conversación con Krasus, donde le agradeció su ayuda y estuvo de acuerdo en supervisar los huevos de dragón azul que Krassus había salvado. Este hecho fue de los pocos (si no el único) en el que el Aspecto del Tiempo permitió que la línea temporal fuese alterada, bajo la creencia de que era mejor disponer de unos pocos dragones azules que de ninguno y se disculpó por los errores que cometerá en el futuro